Cuenta la leyenda, que allá por 1977, el año que vio nacer al PUNK, en el ya desaparecido hospital de Son Dureta de Palma, una ruda comadrona (con un cigarrillo colgándole de la comisura de los labios) ayudó a traer al mundo al que casi medio siglo después se diera a conocer como Jota Eme Weird. Elemento criado entre las cintas de John Carpenter y la explotación italiana postnuclear que alquilaba en el videoclub de su barrio y bregado, décadas después, en lo que a la agitación cultural se refiere.

Por otro lado, en los albores del nuevo milenio, en lugar de coches voladores y el fin del mundo causado por el tan cacareado «Efecto 2000» que predecía la revolución de las máquinas y la extinción del ser humano, Óscar RIP llegó al mundo con objeto de inundar su ciudad de fanzines de fotocopias para acabar con el tedio de su Mallorca natal.

Casualidad o fruto de la Divina Providencia, los caminos de Óscar RIP y Jota Eme Weird se cruzaron y, hastiados de tanto gafapasta de mierda campando a sus anchas por su la capital mallorquina, decidieron montarse su propia película con una muestra de cortometrajes de terror, gore y pacoplazadas a la que bautizaron como NIT DE MATANZES. Pronto aparecieron las proyecciones de pelis, Crápula y Crapulín y todo lo que sus inagotables mentes pudieran imaginar…
EL RESTO YA ES HISTORIA…














